martes, 30 de mayo de 2017

Reseña ''La consolación de la Filosofía'', de Boecio

FICHA TÉCNICA
Título: La consolación de la filosofía
Autor: Boecio
Editorial: Alianza
Lugar de edición: Madrid
Año de edición: 1999
Número de páginas:189 págs.
Precio: 9,20 €
ISBN: 84 - 206 - 3661 - 4
Otros datos: Edición de bolsillo con tapa blanda


A partir de la introducción editada por Pedro Rodríguez Santidrán, que el mismo libro incluye, podemos observar que
Manlio Severino Boecio (475-524), fue un patricio romano perteneciente a la familia de los Anicii. El autor destacó como filósofo, orador, teólogo y poeta. A todo esto, además se preocupó por conservar las fuentes de sabiduría griegas. Boecio tomó parte activa de la vida política ocupando puestos de altas categorías como prefecto de Roma y jefe del senado. Sin embargo, fue acusado de traición por escribir a Justino I en contra del Gobierno Teodórico el Grande y encarcelado de por vida por ello.
Se sabe que fue condenado a muerte en Pavía, pero gozó de suficiente libertad para poder escribir y fue precisamente entre rejas y a la espera de su inminente muerte donde Boecio escribe lo que sería su última y más conocida obra: ‘’La consolación de la filosofía’’. Se calcula que dicha obra fue escrita alrededor del año 524 mientras aguardaba para la sentencia.
 En ‘’La consolación de la filosofía’’, Boecio reflexiona a grandes rasgos sobre la vida, la sociedad, la realidad y el ser humano. Implica para ello a Dios. Éstas reflexiones se dan a partir de un diálogo entre el mismo autor como protagonista y la filosofía, quién le ayudará a encontrar el consuelo a su desgracia a través de la sabiduría del pensamiento. La filosofía es representada como una mujer, la cual, a través de éste diálogo irá exponiendo las reflexiones del propio autor. Boecio incluye además entre los diálogos breves poesías muy elaboradas con el objetivo de ilustrar mejor las ideas que se están tratando, hacer una lectura más placentera y así llegar al lector.
La obra se presenta en un ambiente melancólico por su ya marchitada fortuna, en la cual, el autor creía poseer todo aquello que podía hacer dichoso al hombre. Ahora que ha perdido todo aquello que tenía aparece muy angustiado e inseguro a la espera de su condena a muerte.
La obra está dividida en cinco libros los cuales se centran cada uno en un tema diferente, en el primer libro Boecio nos presenta a la filosofía como aquella que se dispone a traerle el consuelo que necesita. El segundo libro habla de la felicidad y todo aquello que nos aleja de ella, de las falsas felicidades, como por ejemplo la fortuna o el poder. En el tercer libro la filosofía le revela la teoría de la felicidad. El cuarto está relacionado con Dios y la idea del Bien supremo, la Providencia y el Destino. Y, por último, el quinto capítulo se centra en resolver los asuntos pendientes sobre la Providencia y el Destino.

Vemos que, a lo largo de los distintos libros, Boecio adopta una forma de diálogo que se parece mucho a la dialéctica que adoptaba Sócrates en el diálogo de Gorgias de Platón. Pese a la similitud, los diálogos de este libro no pueden considerarse aporéticos pues ambos interlocutores consiguen llegar a conclusiones, que, aparentemente les parecen lógicas.
Podemos encontrar también entre ambos autores un paralelismo en la concepción de la costumbre de hacer el bien como medida para adoptar las cuatro virtudes cardinales (templanza, coraje, justicia y valor) pese no ser explícitas en los textos.
Aunque Boecio hace referencia constantemente en los últimos libros a la idea de Dios y el camino de la virtud como único camino para alcanzar la plenitud, no podemos considerar el libro como un manifiesto plenamente cristiano ya que no hace referencia alguna a autores cristianos o a Jesús, más bien encontramos referencias a lo largo del libro y son siempre filósofos como Platón o Aristóteles.
Aunque no se pueda tomar como tal, el cristianismo simpatizó con el libro pues la gran parte de cosas que manifiesta Boecio, sobretodo en referencia a los conceptos de poder, fortuna, maldad, etc. coinciden de pleno con la moral cristiana y sus plegarias.
Boecio, concibe a Dios como algo personal, digno de nuestra oración y en quien debemos confiar. Entiende a Dios como el creador, el mediador que todo lo gobierna, el principio y final de todo lo que existe. Lo concibe como único medio o camino que debemos seguir para alcanzar la verdadera felicidad y culminar con la perfección del ser humano.

Con el propósito de introducir al lector a un nivel más profundo sobre el contenido de los libros que incluye la obra, a continuación, expongo un breve resumen de cada uno de ellos y sus ideas más fundamentales:
Al principio de la obra, Boecio se muestra muy cansado y afligido por la situación en la cual se encuentra. Lamenta su mala fortuna y la injusticia que le acecha. Siente que ha sido víctima del infortunio y el final de su vida se acerca, la impotencia se apodera de él. Ha sido traicionado y, sin haber cometido ningún crimen, debe pagar por él.
La Filosofía se le aparece en forma de mujer para entablar una conversación que retóricamente conseguirá que cambie de parecer.

LIBRO I: Boecio se muestra desdichado por su situación, se lamenta y siente rabia ya que no entiende el sentido de su injusticia. Boecio quiso seguir el camino de la virtud, optó por la verdad y la justicia y sufrió el castigo: ‘’Yo mismo he sido castigado por hacer el bien’’ (p.47). Reprocha a la Filosofía haber seguido el camino que ella predica y el resultado del destino que le ha llevado al sufrimiento. La Filosofía, por su parte intenta convencerle de lo que él lamenta, diagnostica que en realidad lo que le sucede es que ha olvidado el verdadero fin del hombre, y le anuncia que ella le acercará de nuevo la luz de la verdad: ‘’Intentaré disipar, poco a poco, las tinieblas de tu alma con sedantes suaves y así podrás nuevamente llegar a ver la luz resplandeciente de la verdad’’ (p.55)
LIBRO II: Boecio, que sigue sintiendo incomprensión acerca del concepto de justicia, es guiado por la Filosofía para entender que la felicidad no se dará nunca a través de bienes materiales, la fortuna o el poder, ya que estos siempre tendrán un fin para aquel que algún día fue dichoso de ellos: ‘’la buena fortuna siempre engaña con sus falsas apariencias de felicidad’’(p.82) y ‘’las riquezas perjudicaron muchísimas veces a sus poseedores’’ (p.73) La Filosofía expone pues, que la verdadera felicidad sólo llegara a partir de una condición humana que excluya al hombre del terror y lo haga  suficiente por sí mismo. Ésta condición se encuentra dentro de cada uno y no puede ser sustituida por bienes externos al hombre, ya que según expone, éstos bienes ni siquiera nos pertenecen
LIBRO III: Éste capítulo se centra en la idea central de Dios, como principio supremo de todo lo que existe y como el único bien universal indiscutible. Hace una exposición de los deseos del hombre en relación al placer, el honor o la gloria y lo que les proporciona. Cosas que nunca serán tan sublimes como el alcanzar la cumbre del clímax que ofrece la posesión de divinidad en el hombre: ‘’Si la consecución de la felicidad hace al hombre feliz, y si la felicidad es la divinidad misma, es evidente que la posesión de la divinidad le hace feliz’’ (p. 112).
LIBRO IV: Boecio plantea en este capítulo el porqué de la existencia del mal si Dios es bueno y todopoderoso. Plantea también cuestiones relacionadas con la Providencia y el Destino, sobre la forma en como Dios mueve los hilos del mundo. La Filosofía le acaba demostrando que los buenos y virtuosos estarán más allá de todo aquello que, por contra un hombre que actúa a través del mal pueda llegar a lograr. Según la Filosofía los buenos serán premiados y los malos merecerán el castigo.  
LIBRO V: Finalmente, el último libro gira en torno a la pregunta sobre si existe el azar. La Filosofía hace una reflexión sobre el libre albedrío, como se beneficia el hombre de él y como se relaciona la Providencia y el Destino con la idea de la existencia del Azar, así como el papel de Dios en ella. Boecio hace una reflexión acerca del concepto de Eternidad y qué implica para el hombre ésta idea. Incluye en este capítulo conceptos de Platón para resolver ciertas cuestiones: ‘’Dios es eterno y el mundo perpetuo’’ (p.184). Boecio concibe la visión de Dios como una visión superior y global de todas las cosas: ‘’La mirada divina contempla desde arriba todas las cosas sin alterar su naturaleza’’ (p.185), y la compara con la de los hombres quienes sólo se limitan a percibir su vida en el momento en que la viven.

En general es una obra que parece en un primer momento asequible e incluso amena de leer, pero a medida que el autor empieza a profundizar en conceptos más complejos la lectura se vuelve densa y necesita de tiempo para poder ser comprendida en su totalidad ( si es que finalmente se logra ). Dicho esto, a partir del segundo libro no se puede concebir como una lectura fácil, ya que, es preciso estar familiarizado con el mundo griego, el funcionamiento de la justicia, la mitología, los filósofos y algunos importantes personajes son fundamentales para comprender algunas expresiones, aunque también para poder comprender el significado de la poesía del autor.


A modo de reflexión, percibo ‘’La consolación de la Filosofía’’ como una que obra que en algún período del tiempo pudo ser indispensable como una guía espiritual, como una forma de guiar al hombre ‘’por el buen camino’’ y alejarlo de las bajas pasiones. A día de hoy, pese a ser una obra muy interesante y digna de analizar, pienso que entremezcla conceptos que no deberían ser mezclados: la filosofía y la religión. La explicación divina o sobrenatural a todo aquello que escapa de nuestra concepción humana no como la mejor forma de afrontar conceptos tan profundos con los que reflexiona el autor.
Algunas de las aspiraciones de las que habla como la búsqueda de placer o poder, se perciben hoy en día como aspectos fundamentales en la naturaleza del ser humano y forman parte de la misma vida.
En contraposición a este autor por ejemplo encontramos a otros filósofos como Marqués de Sade, dónde en su obra Justine y los infortunios de la virtud, donde se expone precisamente todo lo contrario a lo que Boecio predica, es la virtud y la búsqueda de Dios la que distancia al hombre de la felicidad.
Pese a no estar totalmente de acuerdo con ninguno de los autores, no creo que la respuesta a todo pueda resumirse a la búsqueda de Dios para alcanzar la felicidad.
Visto así, muchas de las conclusiones a las que se llegan en el libro pueden constituir falacias, pues carecen de fundamento alguno y podrían llegar a ser rebatidas con argumentos más sólidos, pues, por poner un ejemplo, no me parece que el hombre deba resignarse a su destino y adoptar una posición de indefensión frente la injusticia.

Sin embargo, todo esto no le quita valor al libro. Pues, lo considero un libro que hace pensar e induce a una profunda reflexión acerca del propósito de la vida.  Además, posee intercaladamente a los diálogos, una poesía que dista de convertir en aburrida la lectura, y la convierte en arte. Me parece una buena y novedosa elección para ayudar al lector a familiarizarse con el contenido y lo acerca a los sentimientos del autor. Este libro, puede ser una buena opción para un lector con un alto interés en temas trascendentales y en conceptos que al intentarse aproximar a ellos añaden significado a la vida.
Hay que tener en cuenta también las circunstancias en las cuales fue escrita, pues en un momento cercano a la muerte las personas son más vulnerables a los temas relacionados con el propio sentido de la existencia y el más allá.

Pese a simpatizar más con otros autores como Nietszche, que refuerzan la figura del hombre y lo empoderan para decidir sobre su propio destino, recomiendo leer ‘’La consolación de la filosofía’’ para adoptar una visión más amplia de criterios que tantos filósofos han intentado abarcar y cada uno de ellos, ha aportado su granito de arena para que algún día, estemos tan cerca como sea posible de la verdad, si es que ésta existe. 

martes, 2 de mayo de 2017

Sobre feminidad: el papel de la mujer en la historia


Mucho se ha hablado y se habla sobre el importante papel de la mujer en la sociedad hoy en día. Sin embargo, a ojos de muchos, aún parece que la mujer está buscando un rol y un puesto que no le pertenece. La historia nos habla, y el pronóstico no es bueno.

A lo largo de la historia hemos visto y estudiado como el hombre ha ocupando los puestos más importantes de la sociedad, mientras que la mujer ha quedado relegada a cumplir con las tareas propias del hogar y a la crianza de los hijos.
Haciendo un breve análisis sobre papel de la mujer a lo largo de la historia de la humanidad, vemos ya desde la antigua Grecia, que ser mujer no era nunca algo deseable. Las mujeres no gozaban de derechos siendo equiparadas a los esclavos.

En la obra de Platón La república, encontramos algunos escritos que referencian la posesión de razón de la mujer, tal y como la posee el hombre, alegando la naturaleza igualitaria de ambos. Así pues, para el autor, hombre y mujer deberían gozar de educación. Sin embargo y pese a estas afirmaciones, Platón sigue entendiendo la figura de la mujer como una simple perpetuadora de la especie y, por ello, debería permanecer al servicio del Estado.  Vemos también en Aristóteles de la mujer no era más que un hombre incompleto y débil, producto imperfecto de la naturaleza.
Siguiendo el mismo contexto histórico, encontramos una de las mujeres más revolucionarias y avanzadas de aquella época: Hipaquia de Alejandría.  Quien abogó por los derechos en la educación de las mujeres y destacó por ser una brillante científica, matemática, astrónoma y filósofa. Sin embargo, por el mero hecho de ser una mujer pagana y culta, fue asesinada por los cristianos y gran parte de sus obras fueron quemadas.

Las mujeres romanas gozaron de más libertad que las griegas, pero la participación en la política o ciudadanía seguía quedando vetada exclusivamente a los hombres.
Muchas han sido las mujeres a lo largo de la historia que han intentado demostrar su perfecta competencia para asumir puestos que, por antonomasia, han sido asignados al hombre.
A lo largo de la historia, incluso en ámbitos vitales como la medicina o la psiquiatría, han dejado las particulares patologías de las mujeres, las cuáles no sufrían los hombres, de lado, siendo éstas reducidas a histeria o a la naturaleza insincera de la mujer.
Por poner un ejemplo, el psicoanalismo freudiano reduce la mujer a un ser carente de falo. Según Freud, la mujer no busca el hijo por el anhelo de ser madre, sino por el deseo inequívoco de la posesión de falo. Por lo tanto reduce, ya des de la infancia, la mujer como un ser frustrado y envidioso del miembro viril.

Éste y otros ejemplos, algunos de los cuales veremos a continuación son los que han descrito la mujer des de un mundo completamente andrógeno:
Immanuel Kant, por ejemplo, inmerso de lleno en el complejo contexto de la Ilustración, declaró que “las mujeres son siempre niños grandes, es decir, no se fijan nunca un objetivo, sino que se dejan caer ahora aquí, ahora allá, pero no contemplan objetivos importantes; esto último es tarea del hombre”. Sin embargo, no podemos olvidar que el acceso de las mujeres a la cultura seguía sujeto casi por completo a la condición de que sus familias ostentaran un alto nivel económico, o que se decantaran por la vía religiosa de un monasterio. Y pese a esta situación, existían auténticas filósofas que se vieron condenadas a vivir bajo la sombra de las grandes figuras masculinas.

Producto de toda ésta herencia cultural machista, en la época moderna nacen los primeros escritos reivindicativos a favor de la mujer. Mary Wollstonecraft escribió la Reivindicación de los derechos de la mujer, donde se hacía una clara defensa de los derechos de las mujeres contra su anulación social y jurídica. Esta obra se ha considerado como la precursora del comienzo del movimiento feminista contemporáneo, pues en ella se defiende el derecho al trabajo igualitario, a la educación de las mujeres y a su participación en la vida pública.

Otra reivindicativa de la feminidad fue Olympe de Gouges (1748-1793), autora de la primera declaración de los derechos de la mujer en el año 1791. En ella acusaba a la Asamblea Nacional de París de haber publicado una Constitución dirigida en exclusiva a los “hombres y ciudadanos”, en la que, como no podía ser de otro modo, quedaban excluidas las mujeres. El punto clave de la libertad, aseguraba Olympe, reside en que la sociedad admita que cualquier ciudadano, sea cual sea su condición o su sexo, pueda progresar sin impedimentos artificiales mediante la libre ejercitación de sus capacidades. Olympe de Gouges murió ejecutada en defensa de esa misma libertad, tras oponerse frontalmente a la represión jacobina.

Para muchos pensadores y filósofos, la dominación del hombre sobre la mujer era algo natural. Ésta autoridad patriarcal incuestionable fue un factor decisivo para los movimientos feministas que vinieron a continuación. Uno de los filósofos que enfrentó el papel del hombre como amo y dominador de la mujer, dejando de justificar-se cómo una ley natural, fue Hobbes. El filósofo trajo consigo reflexiones en las que habló de la naturaleza humana, sin la exclusión de ningún género.  Éstas reflexiones igualaban en condiciones ambos sexos ante la ley.

Observamos más adelante que los movimientos feministas del siglo XIX se concentraron en conseguir el sufragio para las mujeres. Ésta lucha no estuvo exenta de enfrentamientos violentos con la policía. La obtención del voto femenino fue posible tras una larga lucha que se alargó hasta un siglo.
Lejos de la creencia popular, el feminismo, en sí, no busca la superioridad de la mujer ante el hombre, sino la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres.

James Joyce, con el monólogo de Molly Bloom que aparece en el noveno capítulo del libro Ulyses,, generó mucha controversia desde su aparición por ser la primera vez que, en una novela, una mujer expresa sin tapujos ni censuras sus propios sentimientos y reflexiones en relación a sus experiencias con los hombres, su sexualidad y las memorias de su propia vida.

Hoy en día la mujer ha roto muchos tabúes sociales que predominaban en el pasado y ha conseguido demostrar que puede ocupar un lugar importante en la sociedad. Sin embargo, algunas personas siguen empeñadas en considerar los estudios de género como algo encaminado a perpetuar la competencia entre el hombre y la mujer. Muy por el contrario, estos estudios han ayudado a revalorizar las relaciones entre ambos sexos y promoviendo los valores del respeto a la diferencia.

Pero, ¿De dónde viene ésta diferenciación sexual entre ambos sexos?
El principio de diferenciación que se ha impuesto entre las relaciones entre hombres y mujeres lo encontramos en el ámbito familiar. Mediante éstas disposiciones, que se hacen pasar como naturales, incorporadas y programadas en el ser humano se han definido éstas relaciones. Según Pierre Bourdieu, uno de los representantes más importantes de la sociología contemporánea, el Estado, la iglesia o la escuela son instituciones que se han configurado simbólicamente para perpetuar éste principio de diferenciación que se ha mencionado con anterioridad y reafirmar aquello que se reproduce en lo familiar.
Es importante tener en cuenta este enfoque porque ésta asignación de roles acaba determinando las formas de vida y las concepciones del mundo en nuestra sociedad. Bourdieu señala la importancia de destacar la dominación masculina como una forma de violencia caracterizada por hacer legítima ésta diferencia de sexos. Con esta proposición de principio de violencia simbólica, en el cual la mujer no participa directamente en la transformación de la sociedad que ha sido construida por y para el hombre se discrimina también a nivel de censura del pensamiento de la mujer y del sentimiento de ésta.
A todo esto, se le suma una forma de mantener y considerar el orden social preestablecido que consiste en el sometimiento y subordinación de lo femenino. Es por ello que el hombre ha adoptado y justificado los roles importantes asociados a la obtención de bienes y el sustento de toda la familia siendo así etiquetado con las virtudes y valores de la honradez, el respeto y la admiración, según su estatus adquirido. Por otra parte, como hemos mencionado al principio del ensayo, el papel de la mujer queda relegado a relacionare con la organización doméstica y la crianza de los hijos, siendo ésta sometida a las decisiones tomadas por el hombre y se asocian sus virtudes a la sumisión, la sinceridad, la fidelidad, los sentimientos intensos y las emociones.
Siguiendo el enfoque sociológico de Bourdieu, en su libro La dominación masculina afirma que es primordial atender a las formas de resistencia social ante la opresión y marginalidad que impone lo masculino. Ésta lucha se realiza a partir de la construcción de los significados que hemos mencionado que habían ordenado la sociedad. Aun siendo ésta muy amañada, no significa que no exista la posibilidad de resistencia social y de una nueva creación simbólica y de redistribución de roles. Dejar de lado la diferenciación entre ambos sexos y abatir los esquemas de dominación que han sido incorporados, que definen los géneros sexuales y que han organizado la historia de la sociedad.
Así pues, veo necesario resaltar los valores de la mujer y participar de lleno en todos sus procesos de inclusión e integración social y económica como un ser humano plenamente incorporado a la sociedad contemporánea; no tan sólo del hogar, sino del desarrollo de ésta y con capacidad de provocar un profundo cambio en ella. Que sea por ella misma capaz de demostrar su fortaleza y presencia, y, en conjunto, mujer y hombre tan productivos y participativos como les sea posible.

Porque, ¿Quién dijo que las ideas o pensamientos tuviesen sexo? ¿Qué importancia tiene la firma de un hombre o de una mujer más allá de la argumentación que presenta? Los hombres han escrito la historia, han participado y destacado en ella, pero no debemos olvidar que ni uno de ellos ha llegado hasta ahí sin el apoyo no ya de una mujer, sino de la humanidad entera que le ha precedido. Y pues, es una curiosidad que la palabra humanidad precisamente sea femenina. 

lunes, 24 de abril de 2017

Los beneficios del altruismo

''No hay que apagar la luz del otro para lograr que brille la nuestra''  (Gandhi 1860-1949)

Los expertos han demostrado que, de manera innata tenemos instintos que nos incitan  ayudar a nuestros iguales. Ahora bien, ¿que es lo que diferencia que lo hagamos o no en una misma situación?

Siguiendo las teorías vemos que las variables que mayoritariamente influyen:

-Nuestra relación con la persona que necesita ayuda

-La edad de esa persona,

-Su estado de salud,

-La condición física

-Su posición social

-Nuestro estado de ánimo y autoestima

Sin embargo, dentro de una mismo contexto, hay personas que deciden ayudar y otras que esperan a que otro se ocupe o bien no entienden como una responsabilidad propia el intervenir para prestar ayuda al necesitado. 

¿Ayudar al prójimo es ayudarse a uno mismo? Sin lugar a dudas.

Estudios han demostrado que las personas que son más propensas a ayudar gozan de una mejor salud, son más felices y tiene una percepción de la vida mucho más positiva y optimista. . 

Cuando nos ofrecemos voluntarios con una sincera intención de ayudar a los demás por el mero gusto de hacerlo sin esperar nada a cambio, aparece un sentimiento de satisfacción que nos nutre y enriquece inmediatamente. Nuestras capacidades personales mejorarán y un sentimiento de orgullo y  satisfacción recorrerá nuestro cuerpo durante algún tiempo. 
Pese a todo esto, nuestra sociedad individualista sigue empeñada en forzarnos a no mirar al otro como nuestro igual, a buscar sólo qué nos puede aportar materialmente o en qué nos puede beneficiar. 
Siguiendo esta línea acabamos olvidando que aquello que realmente nos hace felices es sentirnos llenos, y ¿qué otra cosa podría llenarnos más que saber que hemos hecho algo bueno para alguien y que nuestro paso ha cambiado el día de alguien para mejor?

Eso sin olvidar lo que las culturas milenarias aceptan: todo aquello que demos será aquello que en un futuro recibamos. 


martes, 9 de febrero de 2016

Nuestro destino

A menudo, las personas hacemos atribuciones sobre aquello que nos ocurre.
Sin embargo, en nuestro ejemplo cotidiano podemos observar seres humanos que sufren problemas continuos que no cesan, aún así, siguen sonriendo como si nada pasara, disfrutan de su vida y de la gente que los rodea. En cambio, otros se empeñan en hacer de sus problemas el foco de su vida.
¿Que diferencia unos de otros?
Algunos expertos dicen que esta actitud existe de forma innata y forma parte de nuestro carácter. En cambio, otros afirman que hemos aprendido a vivir así.
Sea como sea, la gran mayoría de nosotros alguna vez hemos experimentado ese sentimiento de tristeza que invade cuando sentimos que no somos como los demás o carecemos de ciertas habilidades que nos alejan de nuestros objetivos.
Creemos que hacemos algo mal, o que somos incapaces de hacer algo bien. Que nuestra suerte no es buena, que así nacimos, así nos enseñaron, etc. Nos vemos diferentes.
Y, esta diferencia nos distancia de aquello que creemos que nos hará feliz. De lo que a veces  no somos conscientes es de que somos dueños de nuestro propio destino. Solo nosotros mismos tenemos el poder de ser y de cambiar aquello que no queremos llegar a ser o luchar por aquello que queremos ser. 
De nada sirve lamentarse y atribuir todo aquello que nos pasa a causas externas. En el momento que empezamos a atribuir nuestra suerte a hechos internos y controlables, empezamos a vivir la vida que deseamos, hacemos todo lo posible para cambiar aquello que no nos gusta y participamos activamente en el camino que toma nuestro propio destino. 


jueves, 4 de febrero de 2016

'Todo cuanto necesitas está en ti'


Hace una semana terminé de leer un libro titulado ''Todo cuanto necesitas está en ti'' de Fun Chang. 
Este libro es un cuento chino repleto de enseñanzas y lecciones de vida. Es un libro corto, pero creo que cumple con su objetivo: abrirnos los ojos a nuestro presente y mostrarnos dónde está la verdad que buscamos. 
A través de dos personajes principales, un emperador chino y un sabio, nos acerca a una nueva realidad. El emperador chino consigue de
jarse guiar por su intuición a través del sabio y logra ver más allá de un mundo material, descubre que todo aquello que está buscando se halla en él. A través de este sabio, el emperador conseguirá, después de un terremoto que destruye su reino, coger las riendas de su vida y decidirá participar en la reconstrucción de su propio imperio devastado, consiguiendo así una superación personal, la admiración y respeto de su pueblo, hallar sus respuestas,y por último y más importante, decide vivir en el aquí y el ahora. 

Me gustaría hacer una pequeña reflexión acerca de la verdad. 
El libro, en general, nos enseña que la verdad se halla dentro de cada uno, ahora bien, ¿ nuestra sociedad nos dicta lo mismo? Creo que la respuesta es clara, no. 
Nuestros científicos nos empujan a buscar las verdades en el exterior. 
Pero, ¿Siempre se ha hecho así? Des de luego que no. Si remontamos miles de años atrás podemos ver que, que tanto la cultura china como la grecoromana o la egipcia se fomentaban la introspección y en la búsqueda de la verdad en uno mismo. 

Veamos el ejemplo de los egipcios: 

En el templo de Isis, Osiris Y Horus, creadores.
Los egipcios fueron de los primeros en iniciar rituales introspectivos en los cuales reinaba el silencio y la quietud. Dejaban que la alma de sus templos los penetrara y se apoderase de su alma. Hacían rituales que empujaban al individuo hasta un punto en que se abriera a todo aquello que en realidad no era él, de modo que dejaban emerger el auténtico yo que subyace debajo de la personalidad social. 
Según creían, estos rituales los acercaban a sus dioses. En el individuo vivía la divinidad, la cual era una fuente de conocimiento y permitía al individuo encontrarse a si mismo


Quizá algún día todos seamos capaces de aprender a escuchar nuestro yo interior y empezar a vivir en sintonía con nuestro cuerpo y alma. 





Os dejo el link del libro en pdf : 





martes, 2 de febrero de 2016

Mejora tu autoestima

''Tu vida es importante. Repítela. Lucha por alcanzar tus más altas posibilidades'' Nathaniel 
Branden
 
Buenos días,

Tal y como dije la última entrada, hoy voy a hablar sobre consejos para mejorar nuestra autoestima.

Los dos pilares fundamentales de nuestra autoestima son:

-La confianza
-El respeto

Para conseguir sostener estos dos pilares es importante tener en cuenta algunas claves:

Nuestro juicio personal: radica en todos aquellos aspectos tanto positivos como negativos sobre aquello alcanzado y para alcanzar. Este análisis debe ser una AFIRMACIÓN POSITIVA que dé prioridad a nuestras ganancias.

La aceptación de uno mismo: aceptar nuestras debilidades, errores, frustraciones, expectativas no cumplidas, etc. Uno no puede estar en paz consigo mismo si no asume sus propias limitaciones y aptitudes.
Una buena opción para mejorar nuestras aptitudes y fomentar nuestra autoestima es mejorando nuestras habilidades en el tema que nos angustia.

El aspecto físico: debemos aprender a aceptar nuestras características físicas y nuestra morfología corporal integrando así el aspecto físico en la aceptación de nuestra personalidad. Todos somos únicos e inigualables, y como dicen: la belleza está en los ojos de quien la mira... quien nos quiera no le importaran esos kilitos de más o esa arruga de más. Dejemos que nuestras diferencias nos hagan especiales.

La dimensión psicológica: este aspecto lo traté en el anterior post, se trata de un pensamiento positivo en su totalidad. Entrenar nuestra mente para ser positiva atraerá cosas positivas a nuestra vida.

El entorno cultural: tener relaciones positivas con nuestros iguales incrementara significativamente nuestra autoestima. La cultura, es una buena forma de ayudar a sentirnos más útiles, competentes y capaces de seguir el hilo de una conversación.

En el trabajo: lo importante no es dónde trabajamos, sino el compromiso, amor y dedicación que tenemos en ello. El trabajo debe ser una fuente de satisfacción personal. Para mejorar nuestra motivación en este ámbito, podemos mejorar nuestras competencias a través de la formación.

Además de todos estos aspectos un punto a tener muy en cuenta es evitar los pensamientos negativos. La envidia y la comparación con los demás son dos pensamientos se deben evitar, compararse con los demás si no es a modo de referencia como modelo a seguir no nos aporta beneficios. En todo caso, si la vida del otro nos parece fascinante, éste se debe convertir en nuestro referente a emular. Aún así, es importante tener nuestro propio proyecto de vida, real y honesto. Un proyecto de vida satisfactorio es el que realiza la confianza en uno mismo.


El desarrollo de la empatía(capacidad de ponerse en el lugar de otro) es un signo de madurez, nos permite perdonar a quienes nos rodean y permiten tener una mirada comprensiva, tolerante e indulgente, que nos aporta beneficios a corto y a largo plazo.

Hacer algo positivo para los demás, este acto de entrega nos proporciona armonía interior. La entrega hacia los demás, mezcla de generosidad y de satisfacción personal es indicador de buena autoestima siempre y cuando no implique un autosacrificio o una anulación personal.


lunes, 1 de febrero de 2016

La importancia de nuestro diálogo interno

 ''No puede amar a otro el que a sí mismo no se ama, ni amarse a sí mismo el que no se conoce''
 F. Quevedo.

La autoestima es la autopercepción que tenemos de nosotros mismos. No se hereda, sino que se forma a través de nuestras experiencias, pero sobretodo, se forma mediante la atribución positiva o negativa que hacemos a estas nuevas experiencias.
También esta formada por la percepción que tienen los demás sobre nosotros mismos, sus opiniones, nuestra posición social, nuestra economía, etc.
Pero lo que realmente determina el curso de nuestro autoestima en nuestro día a día es nuestro diálogo interno.
Todos tenemos y mantenemos conversaciones con nosotros mismos, esta conversación esta íntimamente relacionada con nuestra autoestima y nos ayuda a hacer autovaloraciones sobre nuestro comportamiento, sobre el de los demás y en general nos lleva a las atribuciones que hacemos sobre los acontecimientos acaecidos o por acaecer.
Es fundamental nuestro diálogo interno que sea positivo ya que nuestra autoestima se oxigena a través de este diálogo, si se utiliza un dialogo negativo actuará como un veneno para nosotros, en cambio, si utilizamos un diálogo interno positivo nuestra mente se nutrirá de ello y nos aportará la energía necesaria para hacer frente a las adversidades.
Es por esto que es indispensable desarrollar el hábito de mantener una conversación positiva con nosotros mismos.

Cuanto más positivos seamos con nosotros mismos más capaces seremos de enfrentarnos a los retos que la vida nos presente. 

Cuando somos capaces de controlar nuestros pensamientos, estamos en total y absoluto control de nuestras vidas y de nuestro destino.

Próximamente iré colgando posts con tips para acercar al máximo nuestro diálogo interno a la positividad.

Os invito a que si tenéis cualquier duda dejéis un comentario,
Hasta muy pronto.

Eva P.

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