lunes, 24 de abril de 2017

Los beneficios del altruismo

''No hay que apagar la luz del otro para lograr que brille la nuestra''  (Gandhi 1860-1949)

Los expertos han demostrado que, de manera innata tenemos instintos que nos incitan  ayudar a nuestros iguales. Ahora bien, ¿que es lo que diferencia que lo hagamos o no en una misma situación?

Siguiendo las teorías vemos que las variables que mayoritariamente influyen:

-Nuestra relación con la persona que necesita ayuda

-La edad de esa persona,

-Su estado de salud,

-La condición física

-Su posición social

-Nuestro estado de ánimo y autoestima

Sin embargo, dentro de una mismo contexto, hay personas que deciden ayudar y otras que esperan a que otro se ocupe o bien no entienden como una responsabilidad propia el intervenir para prestar ayuda al necesitado. 

¿Ayudar al prójimo es ayudarse a uno mismo? Sin lugar a dudas.

Estudios han demostrado que las personas que son más propensas a ayudar gozan de una mejor salud, son más felices y tiene una percepción de la vida mucho más positiva y optimista. . 

Cuando nos ofrecemos voluntarios con una sincera intención de ayudar a los demás por el mero gusto de hacerlo sin esperar nada a cambio, aparece un sentimiento de satisfacción que nos nutre y enriquece inmediatamente. Nuestras capacidades personales mejorarán y un sentimiento de orgullo y  satisfacción recorrerá nuestro cuerpo durante algún tiempo. 
Pese a todo esto, nuestra sociedad individualista sigue empeñada en forzarnos a no mirar al otro como nuestro igual, a buscar sólo qué nos puede aportar materialmente o en qué nos puede beneficiar. 
Siguiendo esta línea acabamos olvidando que aquello que realmente nos hace felices es sentirnos llenos, y ¿qué otra cosa podría llenarnos más que saber que hemos hecho algo bueno para alguien y que nuestro paso ha cambiado el día de alguien para mejor?

Eso sin olvidar lo que las culturas milenarias aceptan: todo aquello que demos será aquello que en un futuro recibamos.